Queridos conciudadanos de las parroquias rurales de El Oro,

Es un honor dirigirme a ustedes como Presidente del Consejo Nacional de Gobiernos Parroquiales Rurales del Ecuador (CONAGOPARE) en nuestra querida provincia de El Oro. Hoy, más que nunca, reafirmo mi compromiso y decisión de luchar incansablemente por el progreso y bienestar de nuestras 50 parroquias rurales.
Nuestro trabajo institucional está centrado en mejorar la atención y servicios para cada una de nuestras comunidades. Sabemos que los desafíos son muchos, pero también reconocemos la fuerza y la determinación de nuestra gente. Por eso, estamos implementando estrategias y programas que buscan impulsar el desarrollo integral de nuestras parroquias, desde la infraestructura básica hasta el fortalecimiento de la educación, la salud y la economía local.

Nos comprometemos a:
Mejorar la infraestructura: Continuaremos trabajando en la construcción y mantenimiento de caminos, puentes y servicios básicos como agua potable y saneamiento, fundamentales para una vida digna.
Fomentar la educación y la salud: Apoyaremos iniciativas que aseguren el acceso a una educación de calidad y a servicios de salud eficientes, porque creemos que el desarrollo humano es la base del progreso.
Impulsar el desarrollo económico: Promoveremos proyectos productivos y sostenibles que generen empleo y mejoren la calidad de vida de nuestros habitantes, apostando por el emprendimiento local y el fortalecimiento de la agricultura y ganadería.
Fortalecer la participación ciudadana: Queremos que cada voz sea escuchada y que juntos construyamos soluciones. Estaremos siempre abiertos al diálogo y a la colaboración con cada uno de ustedes. Estamos convencidos de que, con trabajo arduo y en equipo, podemos construir un futuro próspero y justo para todos. Nuestra misión es clara: luchar por mejores días para la ruralidad de El Oro. Cada acción que emprendemos está guiada por este propósito, y es con el apoyo y la participación activa de todos ustedes que lograremos hacer realidad nuestros sueños y aspiraciones.
Invito a cada uno de los habitantes de nuestras parroquias a unirse a este esfuerzo. Juntos, superaremos los desafíos y celebraremos los éxitos. Nuestro compromiso es con ustedes y para ustedes.